La técnica específica del cloisonné consiste en colocar sobre la superficie a esmaltar un hilo de metal, que tanto pude ser plano como redondo, y llenar los huecos que quedan con esmalte para cocerlo y conseguir una superficie lisa y perfectamente limitada.
Esta técnica se utiliza actualmente en todo el mundo pero son los chinos y los japoneses los que la usan mas asiduamente consiguiendo unos acabados muy refinados.